El buen ciudadano

sábado, octubre 21, 2006

Tolerancia

Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias. Eso lo dice el diccionario. Agrego: la base misma de la convivencia en sociedad. No podemos esperar que todas las personas piensen de la misma forma. Sería ridículo, aburrido y peligroso. La libertad sólo puede existir si cada persona evita juzgar negativamente todo lo que no está en correspondencia con sus propios pensamientos. Por una cuestión práctica: no sabemos qué piensa el que se comporta de una manera diferente. Y la posibilidad que ante los mismos pensamientos o problemas, nosotros mismos obremos de la misma forma, convierte en absurdo nuestro esfuerzo por vedar a los demás.

Algo frecuente es que al crecer, uno mismo olvida lo que pensó exactamente en años anteriores. Esto provoca frases como "la juventud está perdida" y "en mi época los jóvenes no éramos así". Si bien es cierto que algunas cosas cambian, muchas veces lo que cambia es el grado de tolerancia. Nos volvemos intolerantes, prejuiciosos y tercos. Cada uno va escribiendo su librito de lo que está bien y lo que está mal, y lo usa sin miramientos en todos los contextos de su vida. El librito siempre existe, pero en la juventud se escribe con lápiz, para poder borrar si hace falta.

Un buen ciudadano debe tolerar a los demás, y esperar por este hecho ser a su vez tolerado. La intolerancia provoca intolerancia, y es madre del odio, el racismo y la segregación. Evitar comentarios racistas y/o segregacionistas es lo que más al alcance tenemos para empezar a ser tolerantes. Después se puede seguir por escandalizarse menos por los aros y costumbres de los jóvenes, los derechos de los gays, la libertad de expresión de cualquiera que quiera expresarse. Siempre ayuda pensar que cada persona tiene en sí mismo lo mejor y lo peor que podría tener un ser humano. El hecho de observarlo en uno de esos momentos no define qué tipo de persona es, ni cómo actúa siempre. Si cruzó sin mirar la calle, probablemente tenga algún problema, no es simplemente un imbécil.

Usemos la tolerancia como aglutinante de nuestro razonamiento, para tratar al otro y para discutir con el otro. La tolerancia integra, construye y suma.

2 Comentarios:

  • como se hace para cambiar la mentaliddad de todo un país? la intolerancia es la madre de las desgracias en el nuestro... si no, como se explica el horrible hecho ocurrido en la quinta de San Vicente con el traslado del cuerpo del ex-presidente Peron?

    Por Anonymous Anónimo, en 20:32  

  • Habría que pensar en cambiar la mentalidad de uno mismo; es mucho más simple que abrumarse pensando en cambiar la de todo un país. Si todo un país piensa en eso a la vez... la utopía se realiza.

    Por Blogger El buen ciudadano, en 12:16  

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